Uno de los giros más inesperados en el enfoque educativo de los MBA en México es su compromiso con la filosofía del aprendizaje permanente. Lejos de considerarse una etapa finita, la educación postgrado ha evolucionado para ofrecer recursos continuos a sus alumnos, incluso tras el egreso.
Estas iniciativas permiten a los graduados mantenerse actualizados con las tendencias y herramientas emergentes en su campo de manera constante. Las universidades ofrecen talleres, conferencias y recursos en línea a los que los alumnos pueden acceder durante toda su vida profesional.
Esto no solo refuerza el vínculo entre los antiguos alumnos y su alma mater, sino que también proporciona una red de conocimiento en constante evolución que sostendrá a los profesionales en su desarrollo continuo. El aspecto más extraordinario es que todo esto está siendo ofrecido casi de manera automática a egresados de los programas, rompiendo los esquemas de lo que es una educación universitaria.
En consecuencia, el punto de vista sobre el aprendizaje está siendo desafiado y rediseñado, y esta corriente está ofreciendo una gama de oportunidades más amplia de lo que cualquier profesor del siglo XXI podría haber imaginado. Pero lo mejor aún está por llegar…